El sesgo del presente

Sesgo del presente

A diario enfrentamos el dilema de si es mejor utilizar nuestro dinero en algo que queremos tener (lo necesitemos o no), o privarnos de ese bien material e invertir en planes futuros. Por lo general, y desafortunadamente, el sesgo del presente se impone. Terminamos cediendo, perdiendo la batalla y sintiendo un poco de culpa al no ser capaces de seguir nuestros planes de ahorro. 

En el artículo ¿Por qué es tan difícil el hábito de ahorrar? dimos un primer acercamiento al sesgo del presente, una tendencia que nos hace priorizar recompensas inmediatas sobre beneficios futuros, incluso cuando estos últimos son significativamente mayores. En este artículo exploraremos cómo el sesgo del presente puede afectar nuestras finanzas personales y qué estrategias podemos seguir para contrarrestarlo.

¿Qué es el sesgo del presente?

El sesgo del presente se refiere a la tendencia de sobrevalorar los beneficios inmediatos en lugar de enfocarnos en las recompensas futuras mayores. En términos financieros, esto se manifiesta cuando optamos por gastar dinero ahora en lugar de ahorrarlo para el futuro. Este sesgo puede llevar a decisiones que comprometen nuestra seguridad financiera a largo plazo.

Impacto en las decisiones financieras

El sesgo del presente puede tener un impacto significativo en diversas áreas de nuestras finanzas personales:

  1. Ahorros: Se nos hace fácil posponer el ahorro para la jubilación o alguna emergencia, prefiriendo adquirir bienes materiales, muchas veces innecesarios. Frases como: «para eso trabajo», «me lo merezco», «hace tiempo quería uno de esos», hacen que desaparezca el dinero como agua entre la manos.
  2. Inversiones: Hay muchos factores que dificultan nuestro inicio en el mundo de las inversiones: el miedo, el desconocimiento, anécdotas o malas experiencias, incluso la justificación de que no ganamos lo suficiente como para invertir. Sin embargo, una de las razones principales es el tiempo que debemos esperar para ver los frutos de nuestras operaciones. 
  3. Deudas: Aún cuando tenemos algún compromiso de pago, el sesgo del presente sigue manipulándonos para realizar compras impulsivas, mantener nuestro estilo de vida, querer lo mejor o lo último del mercado, aumentando nuestras deudas y cargas financieras.

Si tanto daño nos hace, ¿por qué no hacemos algo para contrarrestarlo? Al llegar hasta este punto ya diste el primer paso: conocer que tenemos una tendencia natural a priorizar la satisfacción inmediata, antes que los beneficios a largo plazo. El segundo y más importante paso es reconocer este problema en nosotros mismos. Si no somos capaces de reconocer que tenemos un problema, no haremos nada para solucionarlo.

Si llegas hasta la próxima sección, asumiré que eres de los míos, de los que queremos agarrar nuestras finanzas por los cuernos. Creo en ti, nos vemos más abajo.

Sesgo del presente

Estrategias para manejar el sesgo del presente

El sesgo del presente es intangible, pero real. Muy pocos están exentos de no ser seducidos por la recompensa inmediata. Es algo que nos va a tentar frecuentemente y por tanto debemos tomar alguna medida para que su efecto negativo sea menor y menos perjudicial para nuestra salud financiera. Para manejar el sesgo del presente, debemos adoptar varias estrategias, a ello dedicamos los siguientes epígrafes.

Educación financiera

La educación financiera juega un papel crucial en la superación del sesgo del presente. Al ser educados en principios financieros básicos, podemos comprender mejor las consecuencias de nuestras decisiones financieras. Esta comprensión nos permite reconocer la importancia de sacrificar gratificaciones inmediatas en favor de beneficios más sustanciales a largo plazo.

La educación financiera proporciona el conocimiento necesario para tomar decisiones más informadas, y aumenta nuestra conciencia sobre cómo nuestros comportamientos y decisiones actuales afectarán nuestro futuro financiero.

Planificación financiera

Se ha demostrado que la planificación financiera es esencial para disminuir el impacto del sesgo del presente. Al establecerse objetivos claros y un plan para alcanzarlos, somos capaces de visualizar el impacto positivo de las decisiones financieras a largo plazo. Con un plan en mano, las recompensas futuras se vuelven más reales, lo cual contrarresta la tentación de ceder ante los placeres inmediatos. Además, al seguir un plan financiero, se reduce la incertidumbre y se fortalece la confianza en nuestras decisiones económicas.

Puedes encontrar más información en los artículos «Presupuesto personal ¿Qué es?» y en «Importancia del presupuesto personal, mitos y realidades».

Automatización de ahorros e inversiones

La automatización de ahorros e inversiones es una herramienta poderosa para combatir el sesgo del presente. Al establecerse transferencias automáticas hacia cuentas de ahorro o inversiones, se garantiza que una parte de nuestros ingresos se destine a objetivos a largo plazo.

Esta estrategia reduce la probabilidad de gastar impulsivamente, ya que se nos disminuye la cantidad de dinero disponible para gastos inmediatos. He observado que al implementar esta táctica incrementé significativamente la tasa de ahorro e inversión.

Mi estrategia personal contra el sesgo del presente

En los personal, para evitar que el sesgo del presente afecte de alguna manera mis planes financieros, realizo las siguientes acciones cotidianas:

  1. Preparar mi presupuesto personal mensual. Como hemos visto en otros artículos («Presupuesto personal ¿Qué es?») el presupuesto personal me brinda una visión general de mi situación financiera actual y conozco de antemano la cantidad de dinero disponible para gastos no necesarios. Con esa cantidad en mente, se me facilita decidir si puedo o no debo realizar un gasto no previsto.
  2. Crear listas de compras. Antes de salir al mercado a comprar mis alimentos, preparo de antemano una lista con todo lo que necesito y me es imprescindible. Trato en todo lo posible de no salirme de la lista. Esta simple acción me ayuda a planificarme, que no se me quede nada por comprar y además a no gastar más de lo necesario.
  3. Automatizar mis inversiones. Luego de identificar y seleccionar mis fuentes de ingresos pasivos, desde mi cuenta bancaria he creado pagos programados mensuales, especificando la fecha y el monto a invertir en cada caso. Lo anterior me evita estar pendiente a la fecha de inversión y además, lidiar con la posible indecisión sobre invertir o no.
  4. Revisión periódica y mantenimiento de mis pasivos. Regularmente reviso el estado técnico de los equipos electrodomésticos y el auto. Hago todo lo posible por corregir averías a tiempo, para luego no enfrentarme a problemas mayores. Si un electrodoméstico está cerca del término de su vida útil, programo con tiempo su reposición, a veces antes de que deje de funcionar completamente, esto me evita tener que reemplazarlo a la carrera. Con respecto al auto, por todos es conocida la necesidad de los cambios de aceite y revisiones luego de una X cantidad de kilómetros recorridos. Todo esto te puede parecer tedioso y aburrido, pero al final ese pequeño esfuerzo es nada, comparado con la tranquilidad que siento a final de cada mes, al ver que tengo el control total sobre mis finanzas.

Conclusiones

En resumen, la educación financiera, la implementación de la planificación financiera, la automatización de ahorros e inversiones, son algunas de las estrategias que he estado utilizando para contrarrestar los efectos negativos del sesgo del presente. Al adoptar, estas estrategias he podido tomar decisiones financieras más equilibradas y orientadas hacia el futuro, lo que resultará en una mejor salud financiera a largo plazo.

Puedes buscar más información al respecto. Te recomiendo artículos como «El sesgo del presente, el autocontrol y el test de la golosina«.

Suscríbete a nuestro Blog de Finanzas Diarias!

Share